A partir de las imagenes televisivas (de la guerra, el hambre, el sobrepeso, la muerte, el tránsito, los simulacros de la vida, las oscuras premoniciones ecológicas, la beneficencia farsesca, los noticieros, las publicidades, etc-etc-etc: puro porno: la pronografía de la miseria) no me queda más remedio que exclamar - con la voz hastiada de toda mi generación -: "no tenemos derecho a tomarnos la vida en serio".
La mediatización es un proceso de frivolización (la estadística es el funeral del hecho:
sensualidad de lo táctil
vs
¿acaso no sabemos quien ha vencido? - no nos traigas tus problemitas amorosos que 3.047.566 hugandeses viven con menos de un dólar por mes - ¿acaso no sentimos, de repente, en la noche, cuando nos levantamos del sueño y vamos a la cocina por un vaso de agua, no sentimos un sutil, inexplicable escalofrío que recorre la espalda, no sentimos la violencia silenciosa del ojo de los satélites (everawake)? : no, no tenemos derecho a asumir esas caricaturas epilépticas que hacen tránsito en las avenidas como la vida (aun cuando sientas los hilos brotando desde tus muñecas, aun cuando te arrastren hacia las intratables rutinas civilizatorias): sólo nos queda la serena contemplación irónica del derrumbe, sólo nos queda el espectáculo.
/-/
only remember: la ironía no es una respuesta; es una forma de convivencia... una forma triste.
4 comentarios:
ayer ví un negocio. exactamente un cambio. donde se compra y se vende moneda.
se llamaba Cambio Romántico...
la realidad es estética. es la única manera en la que la puedo concebir.Y vivir.
pienso que: la realidad no es estética: por eso no nos contenta, por eso estamos desesperados intentando crear, dentro y fuera de los parámetros del arte, intentando que, aunque sea estéticamente, la cosas tengan sentido. pero la realidad, es caótica, brusca, vertiginosa, inaprensible y muy muy poco agraciada.
¿Y los dandys?
Los que viven desasidos de las rutinas, y que con su elegancia por dentro y por fuera atentan contra lo establecido: ellos de alguna manera transforman todo a su alrededor, y son marginales.
creo que la respuesta al dandysmo la ha dado su mejor ejemplar: leer el De Profundis, de Wilde.
Publicar un comentario