12.6.12

to disolve

el estornudo interrumpe el silencio de  la madrugada - a la que ya se acostumbraron y anexaron los leves clakeos de los dedos sobre el teclado - y me recuerda que existo. y que existe la casa, y mi gato y la vereda de enfrente, con sus paredes y su pintura resquebrajada. escribir es a veces eso: la concentración tan profunda y ensimismada que un objeto tan efímero que fuerza al mundo a desexistir. cada paso en la ficción borra un trecho del universo. lo que labra la palabra escrita en estos casos no es otra cosa que un túnel: cada línea de la caligrafía es una parcela nueva por donde adentrarnos en el túnel interior hacia una interioridad que no soy yo. no: no es la producción de la inexistencia. pero lo que queda detrás entra progresivamente en el desvanecimiento. un lento desexistir. las cosas -primero las más lejanas - se ablandan, se disuelven. hay un centro en el universo, y es el texto, y gira sobre sí hasta devorarlo todo. pero el escritor no es tan fuerte, y enflaquece antes del km 0. se cansa, se harta, tropieza. se predispone a ser interrumpido. y algo del mundo exterior siempre vence. y el texto se detiene, se posterga. el fenómeno solo ocurre en la mente del escritor. el universo y su progresiva disolución. yo quisiera presenciar ese milagro: cuando la ficción aferra al escritor a tal punto que él no puede escabullirse. y no lo suelta hasta que la ficción esté completa y el universo esté desintegrado. pero no sé bien qué estoy escribiendo. apuntes nocturnos. tiene ese problema. a veces es demasiado tarde, a veces se hace demasiado tarde en mitad del texto. y el texto se desvía. estoy en el sofá. la tele prendida. hace 10 minutos empezó "the whitest kids you know" (el "kids in the hall" contemporáneo). y me quedo viéndolo, y este texto se interrumpe.lo estuve viendo todo este tiempo, y escribiendo estas cosas en cada vez más espaciados intervalos; y si llegó tan lejos, hasta aquí, aun cuando sea fallido y no haga más que malograrse, es porque me gusta el sonido del teclado en la noche. no de la tecla en sí, sino el rumor, la nube de murmullos que se crea en el incesante tableteo. casi pareciera que algo puede ocurrir. pero hoy no. propaganda. van a pasar un documental sobre Conan O´brien el jueves. mañana tal vez. hoy es tarde. hoy vi a mi primera novia en la calle. hace casi diez años que no la veía. por supuesto no nos saludamos. pero no, hoy es tarde. y ya no tengo mucho que ver conmigo. empieza "portlandia". tal vez me llegue a hacer un café. aira ya habrá escrito su página diaria. yo, tardo. y pospongo mi inconclusión.