30.3.10

trama

Escribir: inclinarse sobre la hoja, arquear la espalda, cavilar la palabra, verter la tinta hasta lograr una forma pronunciable- Escribir, así: como un faro. Estéril, moribundo de día, solo de noche ilumina, desde la inútil altura solitaria. Gira desde la alta penumbra: hay un instante de luz para todos los puntos del horizonte. Quienes lo ven, más o menos náufragos de la marea que los lleva (a veces peleando contra ella, otras sumisos a su influjo) sueñan un camino en el brevísimo haz de luz que comparten. Sueñan una voz que les habla a ellos, un contacto que los distrae del rumor abrasivo del mar, y hace que la muerte los olvide el tiempo - tan fugitivo - que dura la ilusión. Nada comparten, nada es compartible: la  luz del faro no busca dar con nadie, no busca decirle nada a nadie, no quiere nada: solo necesita expulsar la luz intolerable que lo ciega. Quien lo ve, debe prevenirse: no se trata de un destino: Puede navegarse en dirección hacia esa luz durante, décadas, vanamente. Quien se acerca, se pierde; quien llega, es cegado por la voracidad de la luz; se trata apenas de un desvío que hace tolerable al destino. Es indispensable educarse en la paciencia: la luz es una senda evanescente, que corta con su hálito la espesura del imperio de la noche, harto de ajenidad y desasosiego

*

El escritor sabe, sin embargo, que lo importante no es esa breve luz sino el otro tiempo, el tiempo suyo, el tiempo de oscuridad: allí mora y allí labra la palabra. Es con tiniebla con lo que se  hilvana la voz de la palabra. Quien escribe debe adentrarse en un teatro de sombras chinas proyectado sobre los muros insomnes de la noche: las figuras, imprecisables, son una cuestión de fe; lo inhallable, debe ser soñado - y así ser llevado al umbral de la existencia - o permanecer inexistente y nulo.Toda esa negrura es vital para poder parir un instante de luz.

19.3.10

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El titulo del libro no sale. La editorial me apura. Yo recuerdo a Fernando Pessoa:
tengo un nombre entre los que tardan (y ese nombre es sombra; como todo).

12.3.10

soñé


soñé con la premisa de los zombies de Zizek; soñé:
Que los alienígenas habían calculado un plan -minucioso y desmesurado- para conquistar la tierra. Cualquier atisbo de confrontación o combate les resultaba una noción barbara y deleznable: todo sería silencioso. Sus avanzadas tecnologías les permitían vestir la apariencia humana. Así, uno por uno estudiaron las maneras y los detalles de cada persona y cuando ya se habían educado en el último y más leve gesto, lo sustituían por uno de los suyos- que seguía viviendo del mismo modo que el abducido: - nadie podía notar la más mínima diferencia- hasta que desde los generales fuese dada la señal y los alienígenas revelasen su verdadero rostro y tomasen la tierra. Se instalaron bases de estudio y sustitución por todo el mundo, bajo la fachada de supermercados chinos, farmacitys, starbucks, tiendas nike, etc. Cualquier local podía ser un centro de operaciones alienígenas. Por cuestiones de seguridad, todos los centros respondían sólo a la nave madre, e ignoraban la locación de las demás bases terrestres. Así, uno a uno, muy lentamente fueron reemplazando a la raza humana y perpetuando sus mismos exactos procedimientos. Pasó el tiempo, y algo ocurrió con los alienígenas superiores. O fueron emboscados y destruidos por otra civilizacción o simplemente se desinteresaron por la posesión del planeta (cada día les parecía más un territorio fundido) y sigueron su ruta por el espacio. Quedaron en la tierra, ignorantes de que el plan había sido cancelado, millones y millones de alienígenas como células dormidas, cada uno pretendiendo ser humano y sin saber quién otro era un alienígena. Consiguieron trabajos, formaron familias, tuvieron hijos que creen que son humanos. Olvidados por sus pares, que navegan el universo en busca de un motín más deleitable, esperan el momento en que llegue la señal y puedan sacarse la máscara y tomar el poder. Mientras tanto fingen las emociones humanas, asisten a partidos de fútbol que no comprenden, tienen citas, van al cine, pagan impuestos. No saben que el último humano murió hace décadas y están solos en el planeta haciendo la triste pantomima de la vida, como una absurda parodia inútil sin nadie que la contemple.

10.3.10

seduisance


Todo lo que es atractivo, lo que desearíamos ver (tocar, alcanzar) es algo en lo que se fundó un misterio.
No importa si es una novela o una mujer. Una trama política o el comportamiento de los astros. No tiene nada que ver con la belleza: es la intriga del enigma la que nos llama (y nosotros, como zombies sin nostalgia seguimos ese llamado como el canto de una sirena; ¿qué otra cosa podríamos hacer?).