Capítulo XV: Afinación de la guitarra
Tómese la guitarra y afínesela del siguiente modo: la primera cuerda será un mi, la segunda un si, y luego un sol, un re, un la, y un mi.
Ahora deje la guitarra y salga a la calle. Empiece a mirar las cosas que suceden y trate de hallar un significado o una emoción en ellas. Hágase contar algunas historias del pasado. Después, enamórese. Incurre en ilusiones, padezca desengaños. Si se actúa con paciencia, no tardará en llegar la soledad y la melancolía. No se apresure. Al principio será un poco difícil, pero al cabo de un número indeterminado de años, se estará en condiciones de pasar al ejercicio siguiente.
Capítulo XVI: Ejercicio siguiente
Cumplido el ejercicio anterior, vuelva donde dejó la guitarra, revise la afinación y con los dedos índice y mayor toque la cuerdas al aire hasta que se pudra.
del Tratado de Música y Afines
de Ives Castagnino
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acaso alguna musa perdida no conceda, en el error de la madrugada, una melodía como esta:
4 comentarios:
...y sin embargo las guitarras lo acompañan con una carga de melancolía vital. Supongo que serán las palmeras.
bello
laveron: no creo que supongas mal.
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laura: d´accord.
Ah, las musas y las guitarras. Yo tengo una musa bebé. ´
...
Hermosura por hermosura, eh, aún cuando la guitarra fenezca...
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