Al principio, ni bien se abran las tapas del cuaderno que es Infimos Urbanos, debería leerse este epígrafe (que exoneraría al texto de mi propia vida y me salvaría de las incisivas voces que tuercen estas ficciones en la biografía de mis penas y desconsuelos)
El poeta es un fingidor;
finge tan completamente
que llega a fingir que es dolor
el dolor que de veras siente.
finge tan completamente
que llega a fingir que es dolor
el dolor que de veras siente.
de Autopsicografía
de Fernando Pessoa
*
Esas palabras son la coartada: la negra tinta que se derrama sobre el papel no es sangre; sino apenas una negrura similar. Una oscuridad exhalada que cuesta parecido.
2 comentarios:
Tan transparente, saltando sobre la vanidad de los escritores, Debret Viana. Es por eso, que es imposible desprenderse de su blog u olvidarlo.
sería ese el privilegio absoluto, rain: la seducción que se inscribe indeleble en la memoria del lector, vuelto apenas rehén de su propio goce.
si por alguna confusión, sucediese eso con mis letras, sería sublime
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