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Profundizando el verso el poeta entra en ese tiempo del desamparo que es la ausencia de lo dioses. Palabra asombrosa. Quien profundiza el verso escapa del ser como certeza, encuentra la ausencia de los dioses, vive en la intimidad de esa ausencia, se hace responsable asumiendo el riesgo, soportando el favor. Quien profundiza el verso debe renunciar a todo ídolo, debe romper con todo, no tener la verdad por horizonte ni el futuro por morada, porque de ningún modo tiene derecho a la esperanza: al contrario, debe desesperar. Quien profundiza el verso, muere, encuentra su muerte como abismo.
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Maurice Blanchot;
sobre la "experiencia Mallarmé"
4 comentarios:
me quedo leyendo, que esto se viene bonito y alerta, como un poema integro de lorca.... gracias por el espacio, sigo, sigo leyendo.....
Perfecto, justo hoy andaba paseando y pensado, y ahora encuentro este texto. Perfecto.
qué decirles: se agradece la lectura, y que la sentencia no sea terrible.
Blanchot, se adentraba en la radicalidad poética: caer, descender y a la vez elevarse en medio de la creación.
No sé Debret Viana, a veces creo que esos abismos matan, otras no.
Gran salute.
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