13.8.10

Cruza el charco, hasta Montevideo, para asistir al festival literario eñe. Lo que realmente aprecia de viajar son, como dice Vincent Vega, las pequeñas diferencias. Con el tiempo, descubre un placer sutil y a la vez identitario por las listas que recogen estos detalles; por ejemplo:

• las peatonales del microcentro están todavía desiertas pasadas las 9am. Todo comienza lento, y más tarde.
• en todos los restaurantes donde fue, le dieron una mostaza amarilla y muy liquida. Rica, pero distinta.
• el centro esta lleno de gatos (allá, en cambio, perros).
• la sprite tiene otro sabor. Más limonado, similar a la 7up. Después de corroborar esto no pidió mas sprite.
• todos los lugares tienen un extraño enchufe de tres patas de punta circular alineados uno al lado del otro. Grandes dificultades a la hora de enchufar cosas. El primer día ya se queda sin celular.
• en burguer king tienen coca-cola y no Pepsi.
• no hay semáforos en el microcentro. Se asombra ante el respeto sagrado que los conductores le otorgan a la cebra. Basta tener la leve intención de cruzar una calle que ya se ha detenido la ciudad.
• los niños de primaria van al colegio con una netbook.
• no suele haber estufas. Le dijeron que el gas es muy caro. No logra razonar cómo se puede convivir con semejante frío.
• los baños de los lugares públicos están limpios. - esta hipótesis, con el pasar de los días, no se sostiene.
• los puestos de diario son rojos.
• los mendigos son amables.
• los taxistas les dan la propina a los que abren las puertas, y para bajar las ventanas hay que pedirle al chofer.
• la presencia del río – que ellos llaman mar y razón no les falta – vuelve a la existencia más tolerable.
• en lugar de decir “che”, dicen “bo”.
• la tv es la misma, el star system es el mismo.
• a las 22hs, la existencia cesa.
• los alfajores son más ricos y artesanales.
• la predisposición para la tristeza se sostiene: es un síntoma rioplatense,
• tiene que hacer un esfuerzo para sentir que está en otro país. Sólo la persistencia de las imagenes de Forlán le acerca esa noción.
• etc. 

4 comentarios:

Jonessy James dijo...

la verdad de los viajes es uno, bah.

(pero es cierto que a veces alcanza con pasar de ciudad en ciudad en para apreciar esas pequeñas diferencias. no hablemos país en país.)

saludos

jonessy

Debret Viana dijo...

Los paisajes son excusas. Soportes de la interioridad. Todo lo que vemos, todo lo que ocurre ya éramos.

Anónimo dijo...

Muy bueno!
Tal cual.
Y he sentido lo mismo viajando a Buenos Aires: que estoy en la capital del mismo país, nada más (mis connacionales me quemarán en la Plaza Matriz por decir esto, pero mis años de extranjería me dan una mirada más desprejuiciada con este tema).
Sin embargo, Montevideo tiene su personalidad propia, sobre todo en los habitantes. Es lo único que debería atender un turista. No hay mucho más desde afuera.
Voy a comprar el libro en La Lupa cuando vaya a la Ciudad Vieja. Saludos.

Debret Viana dijo...

Trataré de retornar pronto a Montevideo para seguir recogiendo detalles y matices. La gente de la lupa no va a poder creer que al fin vendió un libro. Gracias por invertir en improbables.