("first there was an explosion(...)")
No había sido tramado en el devenir de mis escritos una publicación web. No creo someter tantos vanos papeles sueltos al escrutinio decidido de un público; el empleo dado a este formato de exposición es, a los usos de mi caracter, meramente organizativo. Mal comprendo el fenómeno de exhibición como necesidad; fenómeno del que puedo formar parte. Después de todo, en el artificio mentado de las palabras electas y limadas, mi pulso abierto se ofrece a los ojos masivos (bue, masivos..., sospecho que la exhibición me torna proclive a los delirios de grandeza). Desconozco a esta altura del principio, de qué manera dispondré de este espacio -de mis cansancios-.
No es escaso mi esceptisismo: si concedo mis pliegues, mis borradores a un posible público es precisamente porque lo estimo imposible: seré -al menos en el paisaje de mi desolación- el único lector de mis devaneos inermes. Vanidad es pretender otra cosa.
Decente, formal sería exponer aquí algunos indicios que estructurarán esta página. Ofrecer tal sinopsis implicaría el conocimiento de mis voluntades acerca de este proyecto. Entonces, será otro día. Mientras tanto, una vaga niebla que nada dice, que nada quiere decir: y siempre significa mejor.
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