26.4.12

fin de libro


yo no estoy aquí.
las cavidades en el sentido. esas laceraciones por las que se entreve el lenguaje en el lenguaje, en lugar de la cosa evocada. eso es lo que llenas, lector, con los caprichos de tu memoria. el escritor ha de ser siempre solitario. el texto en que se desangra para ser amado será apenas el transporte del lector a través de sí. vos no me estas leyendo a mí. yo no tengo con qué decir yo. no importa que haya arrancado de lo más íntimo de mí cosas que después arrojé al libro. es teatro. soy mal actor porque creen que estoy actuando. me esforcé por decir cosas verdaderas entre las líneas del parlamento, pero tuve que disimular y creyeron que eran también líneas del parlamento. si yo me pegase un tiro ahora, esto se volvería un escenario. me dan ganas de pegarme un tiro para cronometrar lo que tarda la sangre derramada en desembarazarse de su tesitura ficticia.
pero no me voy a pagar un tiro, no: el muerto es el único que se pierde el espectáculo.
pero cuanto tarda el muerto en dejar de ser clown?
cuanto tarda la sangre del muerto en dejar de ser serpentina?

2 comentarios:

Melusina dijo...

Debret,

Antes era Perséfone; me seguías hace un tiempo.

Ahora que vuelvo cambio de nombre. Hago un poco de copy/paste porque es una lástima desperdiciar palabras. Digo.

En fin, te sigo. Es grato encontrar nombres familiares por estos lares.

Saludos!

Debret Viana dijo...

hola. tanto tiempo.