Entre las cosas que no entiendo
Esta este asunto
de vivir
De pasar
Por los dias
Como si no fuese todo
A Morir.
Llenamos las horas
Con minucias
Con pavadas
Con eventos tan fútiles
Y al final
Nos morimos
Y la muerte
Nos interrumpe en cualquier parte
Yo estoy
En la noche
Y me quedo viendo
Una pelicula malísima
Que ni siquiera elegí
Que apareció
Un poco de casualidad
En el medio del zapping
Y no llamo a mi madre, y no
Abrazo a la mujer que amo
Y que duerme
Sola en la habitación
Y no escribo las cosas
Tan importantes
Que dije que iba a escribir
Y lo dejo para después
Para mañana
Donde me distraerá
Alguna otra cosa tonta
Qué estoy haciendo acá?
En este sofá y
En este mundo
Me voy a morir
Las cosas son así
Pero mañana voy
A ir a un pagofacil
Y pagar el celular y
A comprar atún y salchichas en
El supermercado
Y es probable
Que no me muera
Que el día también pase
Donde están las grandes acciones
Que soñé para mí?
Cuando me muera la muerte
Va a partir un día intrascendente
Por la mitad
No quiero
Escribír un poema
Para preguntar para qué
Lo que me aterra es
Esta forma ilusa y primitiva
De vivir todos
Como si no fuésemos a morir
La existencia de bancos, de shoppings,
De ropa cara y ropa
Que pasa de moda
De puentes y aviones
Y hamburgesas químicas
Y perros con la pata rota
En la calle
Y programas de tv
Sobre chismes de gente
famosa,
Y tantas marcas de autos
Y tantas marcas de papel higienico
Y tantos modelos de ataúdes
Todo eso y
También yo
Con
Mis pequeñas cosas
Mis libros
Mis gatos
Mi bolsa de ropa sucia a un costado
De la habitación
Mis mails sin responder
Las personas que pospuse
Las mentiras que dije
Los discos apilados
El cajón de medias huérfanas
Los cuadernos que llené
Con no sé bien qué
Todavía
Yo con mis memorias falsas
Mis heroísmos de un pasado
Que no existió
Con los libros en la biblioteca
Que no leí
Y mi aptitud para callar
Las cosas importantes
A las personas que me importaron
Y la factura de mi visa
A fin de mes
Y esta indiferencia
A las cosas vivas
Y mis poemas
Largos
Todo eso
Existe
Porque mis conocimientos
Son secuenciales
Como el cine
Puedo apreciar el suspenso de la trama
Porque el final
Aun no llegó
Si supiese el final
Y todas las demás partes
Simultáneamente
Todas esas otras partes
No tendría sentido
O sí
Lo tendrían
Pero uno solo
Emancipado ya
De toda gracia
Porque me voy a morir
Pero no lo sé
Lo olvido la mayor parte de mi vida
Y malgasto
Las pocas monedas que tengo
En monotonías inútiles
Muy mías
En las que embarco
Todos mis soldados
Pero que significan nada
O muy poco
Si me vieses ahora...
En el sofá blanco
Con mi bata negra
Sin afeitarme
Desde el martes
Con el pelo revuelto y en la mesa
La ráfaga de restos de comida de la semana
Y modigliani,
Mi gato
Yendo y viniendo
Acostandose sobre mis piernas
Y luego yendo a la cocina y así
Mientras escribo
Estas cosas en un iPhone
Para tratar de demostrarme
Que estas cosas que me pasan
Son trascendentales
Son singulares, son mías
Tratando de transmutar
Esta congoja de finitud
Por una materia sensible
Que signifique algo
Que suene lindo
Pero no
Aun si el poema
Valiese algo
Me voy a morir
Y mañana
No me voy a acordar de esto
Mañana
Cuando alguien me diga
Que el poema
Lo conmovió
Voy a decir gracias
Y llevarme el crédito
Por haberlo escrito
Y así esto
Que tiene mucho de grito
Y que es
En buena parte
Mi horror ante la
Muerte
Y sobretodo
Ante lo pasajera que es esa conciencia
De fugacidad
Así esto va a contribuir
Con la postergación
De las cosas importantes
Que no se qué son
Pero seguro
No son estas
A quien le importa
Ser profundo, inteligente
Lírico,
Nos vamos a morir
Vos también te vas a morir
Tu muerte
Va a ser común
Te vas a resbalar en el baño
Te va a pisar un auto
Te va a dar un paro cardíaco de repente
O una noche te acostas
Y quedas ahí
Y listo
Nada mas.
Nada.
Las muertes son comunes
Y no le inportan a nadie
Los muertos son barridos del escenario
Por el empleado de dependencia
Y las cosas siguen
Errantes, absurdas, sin dirección
Sin sentido
Sin nadie que conduzca
A la deriva
Las muertes son comunes
Rara vez alguna no lo es
Salen en la tele y tienen
Su momento
Que warhol - otro muerto -
Ya cronometró.
Yo me voy a morir
No sé de qué
No sé cuando
Quisiera que no me duela quisiera
Que mi vida signfique algo
Pero sobre todo quisiera
No morirme
Morir
Arruina todo
Pero me voy a morir
Tendría que comer mejor
Tendría
Que hacer gimnasia
Y no lo voy a hacer
Hace años que digo
Que tendría que hacer eso
Y tantas otras cosas
Son lenguaje nada mas
Me voy a morir
Me gustaría que algunas pocas personas
Supiesen que fueron
Importantes para mí
Me gustaría no discutir estupideces
Y hacerles la vida un poco mejor
A mi madre y a mi chica
Pero me voy a olvidar de todo esto
Incluso ahora me cuesta fijar la idea
De que me voy
A morir me distraigo
Con palabras
El verso me distrae
De lo que me pasa
Se me cae una pantufla del pie
Que tenía cruzado
Y estalla contra el piso
Modi se estaba lavando y se
Detiene
Y mira la pantufla
Y se baja del sofá
Y la mira de cerca
Y después
Mira por la ventana
Amanece
Cuantas veces amaneció ya?
Es triste
Que a mi no me importe
Que haya creído
Que ya vi el amanecer y que no tiene
Nada ya para decirme
Hice café
Y le puse
1 cuarto del pote de dulce de leche
No es Starbucks
Pero está bien
No sé nada nadie
Sabe nada
Hacemos de cuenta, ponemos
Caras, pretendemos
El sol sale casi siempre
A la misma hora
Y te aprendiste los colectivos
Que pasan por las calle
Cerca de tu casa
Y con eso vas a hacer tu vida
Como si todo lo que viste
Fuese absoluto
Y no circunstancial
Ahora
El café se enfrió
Y yo me voy a morir
No quería escribir estas cosas
Quería
Sentarme en el sofá
Y escuchar un disco de lou reed
Y j j cale
Y tomar un capuccino
Con dulce de leche
Qué triste
Que esto tampoco
Signifique nada
Por qué iba
A ser importante?
No tendría que haber
Escrito
Esto No hay que escribir
Cuando la máscara, herida
Trastabilla.
Se mueven cosas dentro mío y yo
A veces
Trato
De documentarlo
A veces las palabras
Me salen bien
No es importante
Es el ego
Que quiere persistir
Es el horror
de ser banal
Es la fuerza idiota que destino
A hacer de cuenta
Que algo vale la pena
Que algo puede
Tener sentido
Son momentos de plegarias
Y me averguenzo
Yo
Que me reí de los creyentes
Que llamé ilusos a los que tenían fe
Y esperaban algo
Que fui cínico y despiadado con
Los que tenían esperanza
Hice de la escritura una religión.
No, ellos no tenían razón
Pero quien lleva la cuenta
De las certezas?
No hay nada. Nunca hubo nada
Solo esto
Amar a una mujer
Tirados los dos en el pasto
Mirando las luces de las estrellas muertas
No hay nada
Solo esto
Y la rara y esporádica conciencia de la muerte
Que nos enfrenta a la inutilidad de todo
Y nos fuerza a pensar
Que había cosas
Que hubiesen significado
Algo
Que pudieron cambiarlo
Todo
Y para las que
Fallamos.
-- Desde iPhone
27.11.10
22.11.10
la verdadera trama de oriente (Bin Laden - Osho)
Era absolutamente evidente. Tanto que sucedió en la cara de todo el mundo, y nadie se dio cuenta. Las cosas más extrañas dan su peripecia más inverosímil frente a las narices de los espectadores del mundo, que jamás se han detenido a reparar que la estrategia de lo absurdo es lúcida: sucede imantado a una transparencia que lo delata tan imposible, tan irreconciliable con lo pensable, que adopta la apariencia de algo que no definitivamente no sucede (la ficción) o se acepta con la naturalidad de algo que ha sido siempre así (la política). Este caso es el primero. Para perpetrar completamente su misión de destruir occidente, Bin Laden se disfrazó de Osho.
Socavar la conciencia de una civilización es más lento pero más drástico que tirar edificios. Desde luego, los edificios son meramente simbólicos. No implican una modificación drástica. Han sido un ardid distractivo. Estaban predispuestos a teatralizar el horror y el pánico en occidente, para que sus mentes menos avisadas (las masas, casi todos, etc) huyeran hacia la "espiritualidad". Por supuesto, estaba contemplado que occidente no produciría su espiritualidad, sino que compraría una en las gondolas donde se venden modos fáciles de cocinar pescado, o de armar estanterías. Y ahí, Bin Laden, en sus ropajes de Osho - el mismo no trató de disimular demasiado, ya que era tan inverosímil que jamás nadie haría el puente entre uno y otro - trasvestiría la moral y la principiante inteligencia de una civilización, lentamente trabajaría dentro de la conciencia de los pueblos, y eventualmente los viraría hacia la venganza terrible.
*
Desde luego, Bin Laden comprendía que su labor era tan mesiánica como vasta, y que no convenía encarar solitariamente semejante empresa. Convocó a pseudo-pensadores del mundo para que colaborasen con él (desde luego, sin saber que colaboraban). Seleccionó aquellos que, ya sea por su predisposición para la idiotez o por su poca pericia a la hora de producir una línea inteligible, albergaban en sí la mayor capacidad de daño. No quisiera dar nombres - no me toca el rol de acusar, sino el de instaurar esta sana sospecha para que aun pueda librarse la batalla final con alguna dignidad. Pero si usted cree que estamos hablando de Stamateas, Hicks, Chopra, Rhonda Byrne, y el peor contador de chistes de la radiofonía, Ari Paluch, probablemente sea por algo.
Así que, ojo. (Ojo con Osho).
Por el bien de la humanidad, cuando vea alguien con uno de esos "libros", reducido a esta inhóspita actividad, parasitado por los poderes oscuros del fin del mundo (pensante) arrebate del prójimo estos hechizos perversos que los han hipnotizados y revertido al nivel intelectual de una mitocondria, y sustituya un Stamateas por un Sartre, un Paluch por un Roth, un Coelho por un Levrero.
He dicho esto, y ahora temo por mi vida. Bin Laden no me dejará pasar esta. Haremos de cuenta que esto ha sido una ficción más. Un juego, un delirio. Me cuidaré las espaldas, por si acaso. Y ustedes. Ustedes no escatimen violencias: un buen y oportuno puñetazo a la mandíbula metafísica de la pereza intelectual puede despertar del embobamiento matrixiano a más de uno.
Los libros no son lugares donde buscar respuestas. Son principios de otra cosa.
16.11.10
Primer día de trabajo
En mi primer día
De trabajo
Llego demasiado temprano
Y voy a una plaza
A hacer tiempo
Me siento
Y como unos biscochitos
Don satur
Y miro
El oleaje del viento
Entre las hojas
Loros
Que chillan
Camuflados en
Los arboles
Y homeless durmiendo
Sobre el pasto algunos
Otros
En los bancos
Y un grupo
De viejos
Haciendo algo
Parecido a yoga
Con movimientos lentos y llenos
De torpeza
Sobre todo una
Con jogging rosa
Fosforescente
Que llega siempre
Tarde y mal
A los movimientos del profesor
Un señor mayor
Con apariencia oriental
Aunque claramente no lo es
Pero se le ocurrió
Sacar provecho de ese
Rostro achinado
Y
de repente
Un pájaro
Que venia volando
Cae al piso
Muerto
Lo veo
Clavarse
En el piso
Con un ruido seco
Que las hojas
Apagan.
Qué significa esto?
Significa algo?
Lo arbitrario de
Las cosas
No se
Pero me quedo
Mirando
Y me extraña
Mucho
Ver a otros pájaros
Acercarse
Y mirar
Cada vez
Son mas
Como una congregación
O el tumulto
Humano
Que se forma alrededor
Del espectáculo
De un accidente
De tránsito.
Miran al pájaro
Silban algo
Se van
A los arboles cercanos
Y vuelven
Y yo siento
Quien sabe sensibilizado
Por qué cosa que
No se lo esperaban que
Estan tristes
Con su tristeza
De pájaro
Que
Conversan entre ellos
Lo arbitrario
De las cosas.
Pero no sé
Si los pájaros
Tienen tristeza
O todo
Lo que vemos
En las cosas
Son sombras
De algo
Que en
Nosotros
Oscureció.
-- Desde iPhone
De trabajo
Llego demasiado temprano
Y voy a una plaza
A hacer tiempo
Me siento
Y como unos biscochitos
Don satur
Y miro
El oleaje del viento
Entre las hojas
Loros
Que chillan
Camuflados en
Los arboles
Y homeless durmiendo
Sobre el pasto algunos
Otros
En los bancos
Y un grupo
De viejos
Haciendo algo
Parecido a yoga
Con movimientos lentos y llenos
De torpeza
Sobre todo una
Con jogging rosa
Fosforescente
Que llega siempre
Tarde y mal
A los movimientos del profesor
Un señor mayor
Con apariencia oriental
Aunque claramente no lo es
Pero se le ocurrió
Sacar provecho de ese
Rostro achinado
Y
de repente
Un pájaro
Que venia volando
Cae al piso
Muerto
Lo veo
Clavarse
En el piso
Con un ruido seco
Que las hojas
Apagan.
Qué significa esto?
Significa algo?
Lo arbitrario de
Las cosas
No se
Pero me quedo
Mirando
Y me extraña
Mucho
Ver a otros pájaros
Acercarse
Y mirar
Cada vez
Son mas
Como una congregación
O el tumulto
Humano
Que se forma alrededor
Del espectáculo
De un accidente
De tránsito.
Miran al pájaro
Silban algo
Se van
A los arboles cercanos
Y vuelven
Y yo siento
Quien sabe sensibilizado
Por qué cosa que
No se lo esperaban que
Estan tristes
Con su tristeza
De pájaro
Que
Conversan entre ellos
Lo arbitrario
De las cosas.
Pero no sé
Si los pájaros
Tienen tristeza
O todo
Lo que vemos
En las cosas
Son sombras
De algo
Que en
Nosotros
Oscureció.
-- Desde iPhone
13.11.10
an ode to the dream shaper
Debo buena parte de mis relatos a tramas que se principiaron en ese espacio onírico. Tal vez fui mezquino y abusé de ese puente, y traje demasiadas cosas de ese otro lado, y en uno de esos trayectos algo mío se cayó, y quedó allá, y su nostalgia de este lado con el tiempo se hizo sueño, y soñó, para consolarse, con todo lo que había aquí creando espejismos y duplicaciones aproximadas de todo, hasta de mí mismo. No lo sé. No sé nada. Me parecería insensato que no existiese una sanción severa para aquel que hace visible lo que ve en el territorio onírico. Se trata de algo tan poco noble como el comercio con los muertos. Temo incluso que los objetos de la casa sean cosas largamente dormidas, que en cualquier momento pueden despertar. Y recuerdo a las estatuas, y siento su petrificación como un longevo sueño donde traman la venganza. He sido arrastrado hasta la paranoia de las cosas quietas.
7.11.10
love poem
Errando en el goce ocioso de la mañana desocupada de un domingo frente a la pc, y luego de desayunar tostadas con manteca y dulce de leche, trato de escribir algunas cosas pero Modigliani acostado en el teclado interrumpe con sus intermitencias mi labor. Entonces, yendo de acá para allá, leyendo poemas de Cummings y de Carver, escuchando a John Cale y Lou Reed sobre Warhol, corrigiendo al pasar textos de libretas añejas, etc doy con un poema de Bukoswki que había leído hacía mucho pero en castellano y todavía ahora me entristece profundamente. Y pienso, si existe esa tontería publicitaria que llaman amor, debe ser algo así, tiene que doler así, tiene que dejar estas secuelas irreversibles.
for Jane;
225 days under grass
and you know more than I.
they have long taken your blood,
you are a dry stick in a basket.
is this how it works?
in this room
the hours of love
still make shadows.
when you left
you took almost
everything.
I kneel
in the nights
before tigers
that will not let me be.
what you were
will not happen again.
the tigers have found me
and I do not care.
Charles Bukowski
* Su perfección queda establecida en el primer verso: 225 días. ¿Qué son 225 días? Nada. No son nada. 365 son un año, 30 son un mes, 5 o 7 una semana. 225 no son nada. No es un aniversario. Es nada. Algo ha de importarnos demasiado, algo tiene que haber significado todo como para computar una ausencia de 225 días.
5.11.10
tedio, so far
diario de un lector
Después de un bonito y prometedor primer párrafo, el tedio de las primeras 40 páginas de Historia del pelo, de Alan Pauls, me exige considerar la tentación - tan poco recurrente en mi disciplina - de abandonar la novela, devolversela a esa muchacha que me la prestó y seguir con otras cosas. Aun así - en la danza monótona e inútil con el Tedio -, el fetiche del libro, en el que persevero tantas veces sin esperanza, y cierto aura que queda de haber leído con agrado la primer parte de El Pasado (y claro, haber leído hace poco en Entre paréntesis, que Bolaño considera a Pauls uno de los mejores escritores latinoamericanos) hicieron que hoy - que tuve que pasar el día en el centro, y en salas de espera de clínicas donde fui abierto y escrutado desde diversos ángulos (muchos de los cuales no me favorecen mucho) - atravesado el umbral de la cincuentena de páginas, hallase cosas que me provocaron cierta - todavía leve, modesta - simpatía.
*
Y ahora que terminó de escribir, horrorizado por la cantidad de suborbinadas, se pregunta para qué. ¿Con qué objeto continuar una lectura tediosa? Tiene tanto por leer, tantos libros que lo esperan, que lo incitan. ¿A qué aferrarse al tedio? No le pasa con las películas (se levanta de inmediato, o cambia de canal, o borra el archivo y mira otra cosa), no le pasa con la música (degusta los primeros segundos del track como una copa de vino, y es luego seducido o violentamente rechazado). Le pasa con los libros. Se hunde en ellos aun cuando no le reporten nada. Puede tratarse de un desierto sin esperanza de oasis que lo interrumpa, y él persistirá hasta la última partícula de arena, insensatamente.
2.11.10
Esperar en el lenguaje
Escribí un poema. Sobre la muerte. Y sobre mi. Pero no puedo publicarlo porque va a ser relacionado con los eventos de publico conocimiento, acaecidos la semana pasada y aun replicando por todas partes. Voy a tener que dejar pasar un tiempo. Lo cierto, es que no tiene nada que ver con lo que pasó la semana anterior. Es solamente que me gusta Doctor Who. Doctor Who es una serie britanica y comenzó en 1963. El doctor - un alienígena que viaja por el tiempo - fue interpretado por diversos actores. El décimo doctor fue encarnado por David Tennant. Y con el tiempo me viene pareciendo cada vez más un extraordinario actor. Y pasé por una página donde bajo series para ver si había algún capítulo nuevo de Fringe y no había. Pero tenian una nueva serie y vi el afiche y me pareció que era Tennant y entré al post y efectivamente era. Entonces la bajé. Y me hice café y la vi. Vacié medio pote de dulce de leche en el café para hacerme la idea de que estaba en Starbucks - y cuando encontraron el dulce de leche y lo vieron diezmado me pidieron explicaciones y le eché la culpa al gato. En la serie Tennant es un padre de familia. Tiene 4 hijos o 5 y su mujer muere en un accidente de tránsito. No me atraen los dramas familiares. Pero hubo algo de la arbitrariedad de la muerte y de lo maravillosamente bien que actúa Tennant que me toco algo. Y escribí el poema. Que es sobre mí, no sobre la serie ni sobre Tennant. Ni sobre lo ocurrido la semana pasada. Y ahora escribo esto, lo escribo mal, casi como al pasar porque la potencia que hubo en mí se agotó en la ráfaga del poema. Y ahora queda muy poco o casi nada. Pero escribo igual, un poco aletargado, ya pasada la posibilidad del fulgor y la significacion. Un epitafio desganado escrito por un muerto indiferente. Pero lo escribo para alejarme del poema; no para explicarme. Escribo mas bien porque siento pena por no poder publicarlo ahora. Escribo como una de las formas de la espera. No es la primera vez.
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