No te dejes puestos
los audífonos,
me dijo un tipo
que estaba tirado
entre la basura de la esquina.
No te los dejes
puestos,
sacatelos. Tenía la cara maltrecha
La boca sin dientes
y en las uñas una tierra
milenaria. Es peligroso,
nunca te los dejes puestos.
Había cartones, latas,
basura atada
con piolines de pizza,
había bolsas
agujereadas y comida podrida
Hay voces. Es peligroso.
Vi dos perros
Que se despertaron raquíticos tristes
Enfermos. Y me miraban.
Es peligroso.
Alguien puede hablarte, yo escuché
una voz
Ingrávida
y penumbrosa desde dentro
de los audífonos
apagados. Temblaba cuando decia
Esto y tambien sonreía. Tenía
la ropa antigua,
ajada, despedazada por mil noches
rodando sobre la áspera rocosidad
De las horas yermas. Es
peligroso, pero si
te pasa y llegas
a escuchar no
Le respondas no
hagas Nada
De lo que te dice igual
Si te habla...
Y ahí hizo un gesto
Como de ineluctabilidad
Yo acá por las dudas
Te guardo un lugar.
Y palmeó unas bolsas de basura en un surco de la calle.
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