16.1.10

enero; stand by

Intrascendencia de enero en Buenos Aires: es como si no ocurriera (sino a modo de somnolencia), casi como un simulacro, una pantomima. Nadie puede ser tomado en serio en enero. Incluso los partidos de fútbol no significan nada, son apenas simbólicos. No hay actividad política. El asfalto está doblemente silencioso, porque guarda en su memoria el tránsito y las congestión usual. La televisión alterna sus refritos con diversas tragedias (los muertos se apilan sin perder el místico aire de irrelevancia que imanta las cosas. Decir te amo en enero es un documento frágil que apenas dura lo que la penumbra lábil de la palabra dada al viento (quizá haya alguna belleza en esa evanescencia, reminiscencia ritual de una unicidad añeja, soñada e improbable). Las noches son lentas, multiplicadas por el tedio; los días arrancan muy temprano, solo para durar en vano. Las horas sufren de mímesis, el tiempo se atasca, vivir es innecesario - y ostentoso. Desaceleración y stand by. No hay más remedio que darse a la errancia, deambular, matar el tiempo (escribir).


3 comentarios:

laveron dijo...

debret...¿te llegó mi mail que contestaba el tuyo?????

mara dijo...

si, es cierto, enero es una nada, una suspensión, total intrascendencia. pero hay que pasarlo.

nenúfar dijo...

totalmente así!!! perfecta elección de palabras