1
Tal vez el alma de las cosas sea eso que me parece que no veo de las cosas.
2
Tal vez tu alma sea la cosa tuya que intuyo y que me elude, que no alcanzo y que no me piensa, que acaso no exista salvo como cosa que me rehuye y que, incesantemente, me falta.
3
Un adentro – que no sé, que no me consta, pero que me retiene, que tanteo en las noches y en los suspiros – de un afuera hermético, inextricable y distante, del que ya casi no sé nada salvo por le accidente de alguna foto de algún cumpleaños que alguien te sacó – probablemente tu padre – y que deambula por la web.
4
( La web: cárcel vertiginosa donde las imágenes deambulan, insustanciales, vacías, desligadas de su historia y su identidad: pura forma errática que encalla en las diversas pupilas de la indiferencia, o ya en la perversa imaginería de la fantasía (con su fascismo, su arbitrariedad). )
5
Por otra parte, una obsesión: la de definir cosas. Por ejemplo: declaración de amor: nombrar algo que me falta.
6 (a short story)
- Hay, a veces, rendijas entre los ladrillos mal ensamblados de una pared. Si miro por una de estas grietas, puede que, alguna vez, te vea. Pero no de otra manera.
7
¿Qué exhala de noche, insomne, un cuerpo triste, hastiado, “culturoso”, con muchos libros a cuesta? Bueno: tinta. Más o menos precisamente.
8
A veces, escribir: el hálito de las cosas que no decimos a tiempo, y para las que ya es tarde porque ya no son decibles, pero su resabio sedimentó en el sótano del alma (esa parte mía que me parece que no veo) y cada tanto emerge como cosa suspirada, llorada, imaginada (vuelta imagen), o dialogada en el soliloquio improvisado de cualquier momento vacío.
Entonces: escribir: ajustar cuentas.
No con los otros: con la población del silencio.
9
Claro que, de ser así, yo, que no sé hablar, estaría esclavizado en la escritura. (Aunque lo cierto es que cada tanto me vuelve la idea de escribir un libro – probablemente poesía – en el que, a uno por uno – uno por poema - les hablaría por primera vez sin reparos, sin pudor, sin pose. Por supuesto, el ansia por el día (o el procedimiento) en que las máscaras caigan es recurrente, ingenuo y poco original: no es desde el lenguaje que pueda vislumbrarse un tributo a la pureza. Sin embargo, todas esas cosas que quedan prendidas de la opaca telaraña del remordimiento…)
10
No deja de ser un poco patético: la pureza del ser al precio de no estar allí: ser capaz de decir las cosas que aplacamos en la conciencia pero con el ardid de habernos sustituido por el lenguaje, para no tener que estar allí mientras eso (el develamiento) ocurre. Al fin y al cabo, como siempre: fugas.
11
Pensar cosas así; o también, podría hablar de la mujer que duerme en mi cama, de su rara belleza, su respiración lenta, su serenidad de cosa pacificada por el sueño, lejana en su interioridad de camafeo cerrado, y cercana en su tibia desnudez, yacente y rendida, como una dádiva de eternidad que una hoguera fulminó, hasta dejar esto: una ceniza en la danza lenta del viento; o de las sábanas, cuando un cuerpo dormido, en madrugada, se reposiciona en el sueño.
Pero no.
Eso sería
real;
y yo no tengo con qué escribir sobre la realidad. Le daré
un beso cuando despierte, y si no despierta antes de que yo me acueste, besaré su cuerpo dormido; y estará bien así: sin intercesores,sin testigos, sin envidencia: casi como si no pasara.
***
8 comentarios:
Qué increíble, cada uno de estos sentimientos escritos, pensamientos, silencios embriagados de soledad, garabatos... me reflejan. Cómo has hecho?
Me encantó.
Un abrazo grande.
Pues a ver, he tenido ganas de leer poesìa y querìa saber si tu pudieras recomendarme algo, yo no conozco muchos poètas y no sabrìa a quien leer, me gusta Huidobro, Sabines y Efraìn Bartolomè, algo asì estarìa bien pero si hay alguno que te guste mucho mucho pues creo que puedo confiar en tu gusto.
No leo poesìa traducida porque creo que pierde mucho y durante mmm... creo que siempre me habìa negado a leer poesìa en inglès porque creo que no entenderè pero tal vez puedo aprender leyendo.
Por lo general no me gustan las rimas y si sabes de alguien que escriba prosa poètica estarìa muy bien.
Muchas gracias.
:)
sol;
no sé. la hipnosis de la literatura; la parálisis catártica ante un objeto bello; la necesidad milenaria de que nos cuenten historias para que, después, ya solos, podamos soñarnos en los papeles protagónicos.
un abrazo.
dulce;
para hacerlo rápidamente, la tríada del siglo xx: Fernando Pessoa (por ejemplo Libro del desasosiego); Kafka (Contemplación es un libro de poesía en prosa); Borges.
Hoy, la prosa de Baricco (sobre todo en Seda) resulta bellísima. Más allá, los Poemas en prosa, de Baudelaire, aun funcionan maravillosamente.
El inglés es el territorio más fértil para la poesía, pero es harto más complejo e intricado. Para no decir Blake, Wordsworth, Coleridge, Tennyson, Keats o Shakespeare, digamos Raymond Carver.
un saludo
muchas gracias :)
Tremendo.
Quizás sea cierto... Puede que escribir sea la única manera de recomponer el puzzle de nuestra vida... Nos da la posibilidad de rescatar todos aquellos lugares, tiempos, experiencias de las que nos "fugamos" a sabiendas. Podría ser la única manera de ajustar cuentas con ese nuestro alma, en ocasiones encerrado en estado puro en aquel incierto lugar donde se encuentre, probablemente nuestro interior. Un escondite o refugio de tempestades, solamente accesible si de mirar por esa hipotética e improbable "grieta" habláramos.
Me dejaste helada.
Un saludo.
Me gustan tus textos, saludos
dulce;
de nada.
panza;
le parece?
nenita;
no ha de contentarme el haberte helado, sin embargo, haber evocado tantas palabras tuyas tiene algo de ilusión de feedback, como si realmente aquel texto - o alguna palabra, culquiera - pueda llegar a alguien, mover algo, y la soledad no fuese ineluctable.
ana;
me gusta que me digan que les gustan mis textos. estamos a mano.
saludos.
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