21.7.04

mitologías

Supe de esta historia:
un hombre se hartó. Corrió las avenidas en las horas pico hasta que se le gastaron las suelas. Por la noche, lloró
derramado sobre veredas desiertas. En un parque, al amanecer, se arancó las ropas y las quemó;
perdió las uñas abriendo la tierra; se deshizo de su carne buscando la textura de su carne.
Después se fue, limpio.
Dicen que se perdió entre las calles, que se hundió en el desierto. No son cosas diferentes.

Yo quisiera un poco así. Pero soy - sigo siendo - el que cuenta la historia. (Aun cuando sea mi historia; no importa que no la entienda)