28.8.04
26.8.04
24.8.04
Equilibrio distante
Serás en mí la callada, la brisa encendida, la siempre ausente,
la pesada lagaña cansina que recomienda
el sueño altísimo como desatino y enmienda
a la cruda certidumbre de que vivo, de que hay muerte.
Serás el incierto vapor alcohólico de la madrugada,
lo que pudo ser y no ha sido,
los pliegues cerrados del destino,
como un cáncer la marca de haberte visto; la indeleble llaga.
Cada silueta de la niebla, cada puerta que no abra
será la precisa y será la tuya, cada ambiguo recodo
de ceniza y de sombra; registro sutil de los despojos
del día que el tiempo concilia con el polvo, con la nada.
Sólo soy un idioma furtivo, una cosa pasada entre tus rojas cosas.
Y vos un poco de ídolo vacío donde la penumbra se demora.
(12-2-003)
- el amor de mi vida,
- nos casaríamos
- y tendríamos hijos (pero quién en su sano juicio puede querer hijos, quien que no sea uilizado como recipiente por la nauraleza)
- o recorreríamos el mundo tomando fotografías de nuestra dicha,
- o sería simplemente una preciosa y bestial noche salvaje,
- anecdótica.
Clichés así: la imaginación calza en estructuras; sueño categorías donde ingresar (porque estoy solo, porque no pertenezco). Cada una de esas cosas es efímera en relación a cómo su sombra, su delicada figura incierta se iba acercando cada vez al caprichoso deseo que me nacía en determinado momento para morir en las orillas del deseo concretado, del éxtasis pasado; y regresar - diferente y precisa - cuando la cadencia de mi soñar la reclamara. No recuerdo qué respondió. Inventé una excusa, y colgué. Por las dudas, los martes de madrugada, si suena el teléfono, subo el volúmen de la música y hago como si no supiera. Miro por la ventana, pensando cual de todos los espectros porteños será el de ella: sueño otra vez.
23.8.04
16.8.04
Me pregunto - desestabilizo -: ¿qué es lo que hay entre texto y texto?¿qué es lo que sucede en ese mágico intersticio que cualquier lector siente como un vacío divisorio, una respiración, una supervivencia (de la virginidad) del papel?
Me respondo - porque llueve y hace frío, y no tengo dónde llegar -, alternativamente: nada y mi vida.
. . .
Y ninguna de las dos respuestas es injusta o falsa.