En mitad de un cuento y con el codo, Cortázar fotografía un momento de una mirada sobre la verdad solapeada en pleno accidente de estar viviendo:
Sabemos tantas cosas, que la aritmética es falsa, que uno más uno no siempre son uno sino dos o ninguno, nos sobra tiempo para hojear el álbum de agujeros, de ventanas cerradas, de cartas sin voz y sin perfume.
Las caras de la moneda,
en Alguien que anda por ahí
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